La transformación


Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo.

Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios.

El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó.

De cualquier manera, el de ahora es un gobierno compacto y eficaz para la gestión. Si Javier Milei logra hacer aprobar su primer Presupuesto Nacional e imponer las tres grandes reformas, laboral, fiscal y tributaria, podría decirse que el paso a la historia será como el de una transformación contudente. Actuó rápidamente, en caliendo, como hizo con la Ley Bases. Debería poder obtener cuatro buenas leyes.

Mientras tanto habrá que esperar para ver las señales que permitan otear el horizonte electoral de 2027. Es muy temprano para éso. Porque la oposición no aprovechó la apertura de la avenida del medio que habían dejado servida la salida de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. La campaña logró tensar nuevamente la cuerda y el oficialismo activó el "pánico kuka", que produjo el freno de mano a cualquier locura.

Habrá que ver en 2026 cómo se van disponiendo las fichas después del lanzamiento áereo que produjo el pronunciamiento electoral.+)

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