La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Presa

¿Es bueno o malo que Cristina Fernández de Kirchner vaya presa?
En principio, como presumimos culpabilidad, entendemos que es bueno, que es justo. Pero, sin embargo, causó mucha polémica la decisión de la Corte Suprema de Justicia. Analicemos el asunto con detalle:
+ Se trata de una causa judicial que se ocupa de delitos realizados entre 2007 y 2016 y cuya trama de corrupción se remonta al 2003. Una justicia tan lenta, ¿es justa?
+ Mientras se sustanciaba la causa, se le permitió a la acusada conducir los destinos de una fuerza mayoritaria y ocupó escaños parlamentarios y hasta la Vicepresidencia de la Nación.
+ Se trata de una sentencia por parte de un tribunal que se presume -en la opinión pública, no hay que investigar nada- como adverso a la rea.
+ La sentencia tiene un indudablemente efecto político, ya que se produce pocos días después de que la ex Presidente confirmara su anunciada candidatura a legisladora provincial. Algo parecido sucedió hace poco en Europa: se condenó por cuatro años a Marine Le Pen, poco después de que compitiera en un balotaje por la Presidencia de Francia.
+ Produce, además, una profundización de la grieta social y un apasionamiento que no favorece a la pobre ginmasia republicana actual.
+ Al Gobierno le impide concluir el año con un triunfo electoral legítimo. 
+ A la oposición le dificulta estructurar una sucesión a la ahora martirizada víctima de una justicia cuestionable por las razones anteriormente explicadas.
+ A Cristina le brinda una sobrevida latente, de la misma manera que el golpe de 1976 impidió que el peronismo perdiera en 1977 y cerrara un capítulo de la historia.
¿Quién se favoreció, entonces? Además, obviamente, de los que esperaban justicia de una u otra forma, los que viven del sistema político actual, y que necesitan un enemigo identificable para estructurar su identidad.
Argentina tenía la oportunidad de dejar atrás una antinomia que no le permitía lograr una previsibilidad a futuro y que pasaba por un  triunfo electoral, o por una condena en tiempo y forma claro.+)

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