Retrospectiva del 2025

En enero, asume Donald Trump en los Estados Unidos y se perciben algunas notas claras en su política exterior: un pragmatismo económico que se reflejó en el Día de la Liberación, con aumentos arancelarios que después renegoció durante el resto del año, y un pragmatismo político que lo llevó a acordar con su par chino y, tácitamente, con el ruso, una división del mundo; él, por su parte, mantuvo dos pautas valorativas: la búsqueda de una pacificación internacional encubierta en su estilo pendenciero y una cuestión ideológica que lo alejó de Europa; en ese sentido, Davos fue un hito. En lo que respecta a la región, se mostró partidario de reforzar el bloque continental. La región, por su parte, se fue tiñiendo. Si bien este año asumió el uruguayo Yamandú Orsi, el triunfo de Rodrigo Paz en Bolivia y la asunción de peruano Jose Jerí, se vinieron a sumar a los presidentes argentino, paraguayo, ecuatoriano y salvadoreño, y lo que parecía un continente volcado a la progresía, se ha derechizad...

Una nueva canción


Lamentablemente en la elección del viernes se confirmaron algunos anticipos.

El primero es que el gobierno no había logrado polarizar la elección ya que la temprana salida del PRO en la elección de CABA y el apresamiento de Cristina Fernández de Kirchner lo había dejado sólo en la cancha, que no es el partido que a Javier Milei le gusta jugar. A Milei le gusta tensar, forzar, no moderar.

También acertamos al sospechar que al oficialismo nacional le interesaba perder en sepiembre para generar un efecto pánico y ganar así en octubre. Claro que a nadie le convenía semejante paliza. Pero para ganar hay que sumar y el ofcialismo no hizo otra cosa que despreciar a los más cercanos y obtuvo a cambio una gran caída en su caudal electoral.

En cambio, el peronismo logró una valiosa unidad y, de esa manera, se mantuvo en torno de sus promedios históricos. Pero, además, dirimió una interna que terminó por favorecer al Gobernador. Axel Kiciloff acertó al desdoblar los comicios, tanto para esta elección como para poder construir un proyecto provincial con mayor entidad. Atrás, literalmente, quedó Sergio Massa, en tercera fila, en el escenario, mientras la ex presidente intentaba competir en los horarios con su antiguo discípulo con sus salidas al balcón.

Al final, el joven TNT logró que lo que la gente identifica como peronismo deje de cantar "una que sepamos todos" (Los Muchachos Peronistas) para cantar nuevas canciones o una que al menos no sepamos. Tal vez quiera imponer la Canción de Quilapayún, que fuera adoptada por la Segunda Internacional y posteriormente se constituyera Himno de la Unión Soviética.

Entre nuestros temores no confirmados, gracias a Dios, estuvo para participación electoral. Sumados la abstención a los votos blanco y nulo, alcanzaron el 43 por ciento (6,3 millones). Eso los coloca en el primer lugar entre los elegidos (aunque sea por omisión, obviamente). Lo siguieron Fuerza Patria con el 26 por ciento (3,8); LLA con el 19 (2,7); Somos, 3 (0,4), y el FIT, 2,4 (0,3).

Tampoco acertamos con la posible reacción presidencial, que emergió con mucha firmeza y logró conducir el proceso. Aunque sin más cambios que rediseñar su mesa política no irá muy lejor.+)

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