La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Historias que no se deben repetir


Al final parece que el gobierno tenía razón: algo de golpismo había en esa marcha:

1. De no ser así no habría una nueva convocatoria.

2. De hecho, los días posteriores a la marcha hubo más reivindicaciones a "la lucha" que condenas a la violencia.

3. Pero lo más destacado fue la aparición de Sergio Massa convocando a la unidad del campo popular y pidiendo poner límite al gobierno son el elemento más destacado.

Poreque recuerdan al 2001, no sólo por la violencia sino porque Massa -como entonces Eduardo Duhalde- fue el último candidato presidencial.

Pero la gran diferencia fue que aquella vez Duhalde había ganado las elecciones intermedias y que luego se haría cargo del ajuste; mientras que esta elección aún no tuvo lugar, pero el ajuste ya está realizado.

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