La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Europa, en guerra


 Nadie -menos aún los lectores de Hechos Destacados- debería sorprenderse por el cambio de escenario internacional que llegó con la asunción de Donald Trump en la presidencia de los Estados Unidos.

Salgámonos de las consideraciones morales y de los modales -que estuvieron muy presentes en la entrevista en el Salón Oval- y sumerjámonos en las consideraciones estratégicas de lo que sucedió en la reunión de Volodomir Zelenski con Trump y su cada vez más presente vicepresidente, J. D. Vance, en la Casa Blanca.

Las premisas fueron claras: 

  • con la cuestión de las vestimentas -le enrostraron que fue de fajina- los norteamericanos intentaron dejar a Zelenski como un actor dramático de una situación en la que no es víctima sino beneficiario; 
  • que la guerra existe porque los Estados Unidos la financió, y que ya no lo hará;
  • los Estados Unidos continuarán con el proceso de retiro de los principales focos de conflicto internacional para resguardarse en el Continente, y
  • que no le importa que Vladimir Putin se beneficie de ello.
Será un problema de Europa si elige soportar a Ucrania o si negocia directamente con Putin. El presidente francés, Emmanuel Macron, ayer tuvo que ir más allá del 2,5% de gasto militar en el PIB de los países de la NATO que le exigía Trump en su primer presidencia para exigir un aumento del 3,5 si hay que mandar tropas y armar al Continente; Rusia gasta el diez por ciento de su PIB.

La cumbre de Londres mostró falta de liderazgos nacionales, rumbos divergentes y drásticas renovaciones políticas en las principales naciones europeas. 

La guerra les toca la puerta y habrá que ver si Europa está dispuesta a sacrificar su estatus de vida -nunca estuvo mejor desde la posguerra y eso es lo que le enrostran los norteamericanos que soportan con inflación el alto gasto militar- o sus valores.

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