Los argentinos ratificaron el rumbo en las urnas

La Argentina ratificó en las elecciones de medio término de ayer el rumbo elegido en 2023.  Esta mañana, en una entrevista periodística, el Presidente manifestó haberse sorprendido con el resultado y confesó que esperaba perder en la provincia de Buenos Aires. Un 41 por ciento votó al oficialismo y superó por nueve puntos a la suma de las alianzas peronistas, que obtuvo el 32; la incipiente oposición alternativa de Provincias Unidas -Córdoba, Santa fe, Chubut, Santa Cruz, Jujuy y Corrientes- quedó muy relegada, con un 7 por ciento.  La Libertad Avanza ganó en quince distritos, incluyendo a las provincias agrícolas de Córdoba, Santa fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Los mercados reaccionaron inmediatamente con una caída abrupta del dólar -que tal vez obligue al Gobierno a intervenir para sostener su cotización, que necesita para la exportación y las inversiones, y que sirva para reforzar sus reservas-, suba de títulos y de acciones y se espera un fuerte descenso del riesgo país. C...

Buenos Aires en la Nación

La Argentina ingresó en una nueva etapa histórica, que cierra el ciclo que se inicia con la caída de Fernando de la Rúa. Puede ser el inicio de una nueva etapa o, simplemente, una transición hacia la próxima. Depende del éxito que pueda tener. 

La diferencia del balotaje fue muy ajustada, 51,4 contra 48,6, en favor de Macri. Tan ajustada como sospechosa, puesto que las encuestas del sciolismo (Poliarquía, por ejemplo) y del macrismo (Isonomía) iban de diez a quince puntos porcentuales respectivamente. ¿Volvieron a equivocarse? Las primeras pesquisas apuntan al Correo, aunque nadie parece interesado en profundizar la investigación. Probablemente porque ya haya decisión en el flamante oficialismo de ir hacia un nuevo sistema electrónico de votación.

Es un dato interesante que Mauricio Macri sea el primer presidente desde la ley Saenz Peña que no es peronista ni radical, y que Cambiemos está liderado por un partido surgido en el siglo XXI. El Pro nació en 2002.

El efecto político más importante de la renuncia de Ernesto Sanz es eliminar al principal interlocutor del radicalismo con el Pro y obligarlo a mezclarse.

A cien años de esa ley democratizadora, la república parece que va a dar una nueva vuelta de tuerca; y el sistema de partidos se verá sensiblemente alterado.

El macrismo, de acuerdo a sus primeras definiciones, pareciera encaminarse hacia un Desarrollismo Economicista, con rasgos del nuevo siglo. El peronismo seguirá ordenando la economía al humanismo cristiano.

La Conferencia de prensa del presidente electo exhibe señales de republicanismo. Sus respuestas, coherentes y previsibles, fueron consistentes con las propuestas de campaña. La sensatez vuelve a poner a la política al servicio de la comunidad. Se respiran buenos aires en la Nación.

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