La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Con un ojo en las vacaciones

Pasada la tormenta, el cielo se aclara. Con la luz, las cosas se ven más claramente.

No pasó un mes que murió Néstor Kirchner y ya se pueden sacar algunas conclusiones:

+ Una gran parte de la oposición quedó desestructurada sin su principal pivote: un contrincante que le facilitaba el trabajo. Es un problema para el PRO más que para el radicalismo, ya que el PRO hurgaba votantes dentro del justicialismo. La renuncia de Carlos 'Lole' Reutemann a la conducción del peronismo disidente es muy elocuente: en el peronismo ahora hay menos disidencias. Los elogios de Daniel Scioli anuncian una convergencia.

+ El Gobierno quedó sin su principal mentor. La decisión de profundizar el rumbo en una circunstancia tan delicada era una operación para un cirujano muy experimentado en estas patologías. El escándalo en Diputados por la votación en torno del Presupuesto 2011 lo dejó de manifiesto.

+ Si bien hay dirigentes que empiezan a hablar de Cristina 2011, no parece estar en su ánimo. Terminar su mandato para irse a su casa sin buscar su propia reelección -como Lula, Bachelet y Ricardo Lagos- es algo que se escucha con esperanza entre el pinguinaje.

+ Voluntariamente o no, los propios voceros del Gobierno pusieron el interrogante en torno del ritmo inflacionario. No parece un tema promisorio dado que, como la inseguridad, son cuestiones tan sensibles para los argentinos como de difícil solución.

El oficialismo espera al verano como el boxeador a la campana salvadora.

Falta poco para el verano, mucho para las elecciones. Depende. Los tiempos son realidades que se experimentan en forma subjetiva.+

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