La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Extrañezas

Llamativa fue la iniciativa radical para impugnar la candidatura de Néstor Kirchner porque, según se desprende de las encuestas, su postulación resta al justicialismo más que lo que le aporta. ¿Qué lo habrá motivado? ¿Habrá habido algún acuerdo o es que temen que Kirchner vaya por sus fueros?
Lo mismo respecto de la afectación a la presentación del actual gobernador bonaerense, Daniel Scioli. La Constitución le prohibe ocupar ambos puestos, por lo que se supone que renunciará a la gobernación para asumir la banca. Nunca dijo lo contrario. ¿Qué estará imaginando Scioli para el 29-J? Más interesante sería especular con la gobernación de Alberto Balestrini, que no parece ser tan atractivo para el público como la candidatura del motonauta. Nadie está analizando ese escenario.
Todas estas cosas generan más dudas que certezas respecto del 29-J. ¿Cómo será esa larga transición? Un semestre muy agitado en el que gobernarán autoridades viejas, deslegitimadas, mientras se desgastan los legisladores electos por efecto del desuso. Un semestre de expectativas insatisfechas. Malo para el sistema político.
La calle sigue hirviendo. Al acto de la CGT Azul y Blanca de ayer se sumó el paro de la CTA para el 27 de mayo próximo. Cada vez cuesta más desplazarse por Buenos Aires.
En medio de este candombe apareció Gran Cuñado, en el programa de Marcelo Tinelli quien por ahora aparece muy cuidadoso. Hubo algunas chicanas, como cuando se recordó el enfrentamiento de Clarín con Kirchner. Pero también pareció funcional al oficialismo al presentar al ex presidente como jueguetón y hasta simpático y al defenestrar, delarruizándolo, al Vicepresidente. Mauricio Macri y Francisco de Narvaez, en cambio, fueron preservados de la sátira. Lo malo de la sola aparición de esta parodia es el deja vu del 2001.
Lo más grave no parecen ser las candidaturas testimoniales, por más que afecten enormemente a la separación de poderes y a la desinstitucionalización de la política, sino la presentación de familiares cuyo mérito fundamental es la portación de parentesco. El nepotismo no desvirtúa sino que afecta directamente al buen funcionamiento institucional. Más aún cuando el parlamentarismo empieza a sonar cada vez más fuerte en el oído de la dirigencia política, de cara al desgobierno que se percibe que afectará a la Argentina en el 29-J.
Tal es así, que nadie espera que los obispos reunidos en la asamblea plenaria de Pilar vayan a hacer una declaración rimbombante. Para evitar agregar nafta al fuego.
Todos se cuidan. Nosotros también nos cuidamos, pero del dengue y de la gripe porcina. Todo conspira, pobre Presidente.+)

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