Lenin, un político pragmático


Lenin fue un político cuyo nombre trascendió por haber tenido peso decisivo en un importante episodio de la historia de la humanidad que condicionó a todo el siglo XX: la Revolución Rusa.

Vladimir Ilich Ulianov, tal era su verdadero nombre, era ruso pero vivió una tercera parte de sus 53 años en el exilio. Nació el 22 de abril de 1870 y murió el 21 de enero de 1924, aunque sus últimos tres años su salud había ido decayendo sistemáticamente.
No fue obrero ni campesino; su padre había sido funcionario del régimen zarista que ejecutó a su hermano, que fue revolucionario, y al que él lograría derribar mucho más tarde.
Las revoluciones generalmente son consecuencia de una efervesencia producida por un conjunto de causas que combinan a un conjunto de fuerzas muy diferentes entre sí pero que coinciden en una dirección determinada. La Rusa fue un movimiento popular para derribar al Zar. Al igual que la cubana, la revolución rusa no fue comunista desde sus inicios.
La astucia de Lenin fue, propio de muchos políticos de la época, haberse radicalizado de modo de generar una polarización. Ante un monarca que se ponía cada vez más duro, los que buscaban soluciones intermedias se desvanecían. De ese modo los bolcheviques se convirtieron en la resultante natural de ese movimiento.
Lenin fue un dirigente pragmático.
Si bien era filosóficamente antiimperialista, no dudó en favorecer al imperio austrohúngaro durante la Primer Guerra Mundial, debilitando a su amada Rusia, para no fortalecer a su enemigo interno, el Zar. Más aún, una vez en el poder en 1918 promovió la firma de la paz con el régimen del Káiser para poder fortalecer a su flamante gobierno. Digamos que era imperialista, pero no un fanático.
También era claramente anticapitalista, pero aceptó introducir elementos del capitalismo para que integrados al socialismo realizaran el paradigma de su fervor revolucionario: "cuanto peor, mejor", que supo explicar en su obra propagandística "¿Qué hacer?" Ciertamente, sin esa Nueva Economía Política la revolución tampoco hubiera subsistido un segundo a la hambruna generalizada, tal como sucedió a sus adversarios internos revolucionarios al acceder al poder.
Este concepto del manejo del poder distinguía a Lenin de León Trosky, otros de los referentes del proceso y cabeza visible de la revolución permanente.
Ideológicamente Lenin era partidario de la dialéctica lucha de clases. Adhirió al marxismo, pero no fue un intelectual puro como Karl Marx en cuyo pensamiento abrevó. Es importante tener en cuenta que Marx era alemán y que el marxismo hasta ese momento era algo desconocido para los rusos, y que era considerado modernizador y occidental.
Si bien fue una revolución cruel que impuso un estricto estado policial, Lenin no se convirtió en el dictador que fue Josef Stalin; entre otras cosas, porque a poco de asumir comenzó a tener ataques y recaídas de salud que lo fueron alejando del poder aunque no de la presidencia, que ejerció hasta su muerte. Tampoco impuso un nuevo imperialismo, como Stalin, ya que Lenin era partidario de una federación rusa.
Además de cambiar la historia de Rusia, la revolución de Octubre de 1917 tuvo consecuencias geopolíticas decisivas en Asia y en Europa. Además, estimuló otros movimientos revolucionarios en el mundo entero. En la Argentina, a los pocos meses tuvimos nuestra Semana Trágica y la reforma universitaria, como probables efectos telúricos. En la segunda mitad del siglo XX, la entonces llamada Unión Soviética promovió revoluciones en Africa y en Latinoamérica, en los que lo ideológico parecían encubrir a un interés superior. Asimismo, de una forma u otra, los sacudones de los 60 se remitieron en gran medida a la ideología que anidaba en aquella superpotencia mundial.
Culturalmente, Rusia fue el primer estado en producir una tajante separación entre la Iglesia y el Estado, al punto de considerarla su enemiga política y de atacarla sistemáticamente; de confiscar sus bienes, y perseguir y encarcelar a sus clérigos. La secularización se promovió especialmente por la vía educativa, que ordenó fuera gratuita y obligatoria. Atacó al concepto tradicional de familia, mediante la legalización del divorcio; despenalizó la homosexualidad, y legalizó el aborto.
Pero más allá del proceso que lideró, es importante saber quién fue y qué hizo Lenin para comprender el modo en que muchas veces se gestan los grandes acontecimientos de la historia.+)

Comentarios