La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Fuck you!

 

El deterioro de las instituciones políticas no empezaron con el "fuck you" de Marcela Pagano ni van a terminar con el grosero megáfono con el que interrumpió al presidente de la Cámara de Diputados, que de honorable ya no le queda nada. Tampoco con el meolodrama de Lisandro Almirón y Oscar Zago. Lo que hay que preguntarse es hasta cuándo la gente va a querer sostener este sainete. Si el propio Congreso no cuida las formas ni argumenta en favor suyo, no nos extrañemos con que un día alguien proponga cerrarlo.

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