Suerte para la desgracia



En pleno proceso de pacificación con los sectores empresariales en la búsqueda del ansiado acuerdo de precios y salarios, la cuerda se volvió a tensar la semana pasada cuando la Secretaría de Comercio que dirige Paula Español imputó a once empresas alimenticias por desabastecimiento. Una sorpresiva jugada que produjo el final del ensayo dialoguista. Grabois explicó: “Es que el gobierno negocia mal; esa idea de que con diálogo y buena onda se van a resolver los problemas es una concepción equivocada de lo que efectivamente sucede”. El Ministro Kulfas hizo lo suyo y salió rápidamente a marcar la cancha al afirmar que las mesas de diálogo no reemplazan la potestad del Estado de aplicar las leyes vigentes. El fin justifica los medios. Pero la realidad se impone y la pandemia persiste.
Además, está por vencer el congelamiento de las tarifas energéticas dispuesto por Alberto Fernandez cuando asumió, y que fue avalado por el Congreso. La disyuntiva del gobierno será reducir el déficit e intentar sostener la oferta energética o acatar el dogma cristinista que establece que en un año electoral, las tarifas no se deben aumentar. Para colmo, el mapa de protagonistas del entramado energético responde al Instituto Patria: Darío Martinez (Secretario de Energía), Federico Bernal (Interventor del ENARGAS) y Soledad Manín (Interventora del ENRE). La cita para la primera audiencia pública es el 15 de marzo, para analizar el costo del gas exclusivamente. Lo demás aún está por verse.
Cuando el Gobierno paladeaba ya la foto del Consejo Económico y Social abriendo la tapa de los diarios, irrumpió con virulencia el Vacunagate. Un extraño regalo de cumpleaños para la Vicepresidenta. Uno se figura al Presidente sentado, solo, cabizbajo, con sus manos sosteniendo la cabeza, repitiendo aquel apotegma de Carlitos Balá: “¡Qué suerte tengo para la desgracia!"

Recordemos que la propuesta del Consejo vino fallada desde su origen, cuando se la concibió como un proyecto de ley anunciado hace un año por el Presidente en su discurso del 1 de marzo pero que, por errores u omisiones, nunca llegó a tener tratamiento en el Parlamento y que, como todo, se terminó de solucionar por Decreto. Justamente, en los próximos días volverá a ocurrir ese acontecimiento fundamental del calendario político: la apertura de sesiones en el Congreso, a cargo del Presidente.
El oficialismo debe cuidar que el Vacunagate no termine de limar su estrecha base de legitimidad política. Alberto Fernández, que había estado toda la semana operando para ser ungido como máxima autoridad del PJ, debe enfrentar una vulnerabilidad que pega en el corazón de una de las pocas esperanzas electorales del oficialismo: la campaña de vacunación. Por eso mismo, la salida de Gines tiene mayor relevancia que la de María Eugenia Bielsa, cuya gestión fue tan discreta que nadie registró su desplazamiento.
El kirchnerismo intentaba empardar la acertada campaña opositora por el retorno a las aulas. El Jefe de Gobierno porteño se anotó un golazo con el comienzo de clases en la Ciudad de Buenos Aires y, airoso, viajó a Corrientes a visitar a su par radical – uno de estos viajes donde Larreta se probó el traje de candidato presidencial.
El Presidente logró partir hacia México, tal como adelantamos en este Boletín la semana pasada, para fortalecer la alianza regional estratégica con AMLO y, de paso, cosechar apoyos para el acuerdo con el FMI, para lo cual subieron el Ministro Guzmán al avión de Lionel Messi que trasladó a la comitiva presidencial al país azteca, luego de que se confirmara su viaje a Washington a mediados de marzo. De esta manera, la "cápsula" que rodea a Fernandez busca dejar atrás el Vacunagate con la foto en el laboratorio mexicano donde se envasa la vacuna de AstraZeneca para fortalecer la asociación sanitaria argentino-mexicana; aunque sea una foto sin AMLO, que se bajó de la visita a último momento.

Los socios menores

Mientras tanto, el mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou recibió esta semana en la ciudad de Punta del Este -un asiduo del balneario- a su par de Paraguay, Mario Abdo Benitez, en una visita que va en la misma línea de la que Lacalle tuvo con Bolsonaro hace unas semanas, con el propósito de demostrarle a la administración de Fernández, y al mundo, la voluntad del tridente para abrir el bloque, con la idea de relanzarlo a fines de marzo, en ocasión del aniversario de la firma del Tratado de Asunción, en un contexto caracterizado por el alza de precios de las materias primas en la economía global que beneficia a la región. El anfitrión manifestó que “la vocación paraguaya de abrirse al mundo es igual a la de Uruguay y sigue vigente con más fuerza. Por eso, el avance de los países del Mercosur al mundo es importantísimo y para Paraguay y Uruguay es determinante en los tiempos que se vienen”.
Tal vez por eso fue que el presidente brasilero, Jair Bolsonaro, replicó una nota que refería a la “epidemia de desilusión” en alusión al exilio de la clase media argentina. Aunque Bolsonaro tuvo sus propios problemas cuando los mercados temblaron ante el nombramiento de un general a cargo de Petrobras, cuyas acciones cayeron un 21% en Wall Street, y arrastró a la baja a las bolsas de la región; el Merval cayó 3,38%. El desplazamiento del anterior presidente tuvo que ver con la tensión que el mandatario generó ante la presión de los precios del combustible, que Bolsonaro, ahora de tinte populista, se niega a subir.

Movimiento de placas

Estados Unidos sigue siendo el país más golpeado por la pandemia y toca el récord de medio millón de muertes por Covid-19. El Presidente y su Vice honraron a las víctimas con una ceremonia de encendido de velas en la Casa Blanca. Mientras tanto, en política exterior el evento más importante de la semana para las grandes ligas fue la Conferencia Anual de Seguridad de Münich, esta vez en formato virtual, donde el flamante presidente Biden aprovechó una vez más una ocasión para ratificar el regreso de EE.UU como líder en la diplomacia mundial. Calificó a Irán como una “amenaza para la seguridad y prosperidad de Medio Oriente”, pero al mismo tiempo confirmó la voluntad de retomar las negociaciones con dicho país por el programa nuclear. Antes, ratificó la alianza con Israel, luego de la conversación con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu.


Israel intercambió vacunas Sputnik y detenidos con Siria con la bendición de Rusia, que a su vez celebró el diálogo de Irán con la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). No hay que distraerse con los fuegos de artificio: las relaciones internacionales siguen transformándose silenciosamente, como placas tectónicas, hasta que un día se produce un terremoto y todo parece dado vuelta.+)




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