Elección parlamentaria con sabor a balotaje

Los argentinos, de naturaleza apasionada debido a su herencia ítalo española, concurrirán a votar este domingo en las elecciones de medio término con espíritu de balotaje. El presidente argentino, referente de la corriente neoconservadora referenciada globalmente en Donald Trump, tiene un estilo de gobierno que se transmite en las urnas con una épica plebiscitaria.  Javier Milei ha logrado condensar en su figura un perfil de ribetes altamente ideologizados con un pragmatismo apabullante, simultáneamente. A modo de ejemplo, cabe recordar que nadie ha negado que en 2022/23 Javier Milei logró apoyo para su proyecto presidencial del entonces presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa -quien fuera luego Ministro de Economía de Alberto Fernández y candidato presidencial por el peronismo en las elecciones generales de 2023- para imponerse a la candidata del Pro, Patricia Bullrich, de la que luego obtuvo su apoyo y el de el ex presidente Mauricio Macri para ganarle el ...

2da víctima, la democracia representativa


El coronavirus terminó de producir una transformación cultural que se venía insinuando, la democracia directa.
Los avances de la tecnología que acercan a las personas produjeron un efecto concreto en el relacionamiento, su desintermediación. El ciudadano ahora no necesita acudir a otras personas para que pidan por él, salvo en cuestiones cuya técnica los excede. Pueden hacerlo en forma directa por medio de las redes sociales.
Más aún, la inteligencia artificial permite procesar grandes volúmenes de información, de modo que se puede comprender lo que se dice taxativamente y también lo que quieren significar.
No hace falta reunir multitudes en Plaza de Mayo para manifestar el acuerdo o desacuerdo con el inquilino de turno de la Casa Rosada, cuando uno puede expresar lo que quiere sin salir de casa.
La capacidad de ejercer una comunicación mucho más directa de la que soñaron Juan Perón, Winston Churchil, Adolf Hitler y Benito Mussolini a mediados del siglo XX, tiene el mismo riesgo de entonces: la manipulación de las masas.
De allí que a uno le preocupen los abucheos y cacerolazos contra "los políticos". Porque la república depende de ellos para ejercer el balance del poder, para garantizar la transparencia de los actos de gobierno, para controlar las finanzas públicas, para resguardar la privacidad de las personas.
Ciertamente, no todos los políticos son iguales. Hay mejores y hay peores. Además, los sistemas políticos siguen respondiendo a las viejas estructuras de acción partidaria. Esa debería ser la principal preocupación de la ciudadanía porque la libertad es la que está en juego.
Los compartamientos masivos, tales como la condena o la consagración popular, son peligrosos para la república porque las cosas muchas veces no son blancas o negras. Las generalizaciones producen injusticia. Porque, como dice el refrán, el diablo mete la cola en los detalles.
La democracia puede pasar de ser representativa a ser plebicitaria, pero lo que necesitamos es resguardar la república.+)

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