La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Un siglo de traformaciones traumáticas

La Reforma Universitaria fue el preludio de una serie de transformaciones culturales que modificaron la realidad.

El 15 de junio de 1918 estallaba la Reforma Universitaria en Córdoba que abría el gobierno universitario a una mayor participación de los estudiantes y que pregonaba la autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras y los concursos de oposición.
Paralelamente, la Universidad de Buenos Aires introducía modificaciones en forma silenciosa.
A un siglo de producidas tales modificaciones habría que analizar el resultado de la participación de los estudiantes en el gobierno universitario, ya sea en el armado del plan de estudios como en la selección de profesores, por ejemplo.
Esta clase de protestas tienen efectos catárticos y muchas veces sirven para calmar los espíritus y emprender nuevos caminos. Pero medio siglo después se produjo el Mayo Francés y un año más tarde sucedió la versión argentina, el Cordobazo.
Está claro que lo que ha perdido fuerza durante este siglo es la autoridad académica. En los colegios se puede ver con ve nitidez el trato que los alumnos y sus padres dan a los docentes. Estos, por su parte, ya no viven en forma honorable; son humildes proletarios de la educación y sus agremiaciones son elocuentes al respecto.
Aquella célebre Reforma Universitaria de 1918 suele ser identificada como uno de los efectos producidos por la Ley Saenz Peña de Voto Universal, Secreto y Obligatorio, sancionada cuatro años antes y que permitió el acceso de las grandes masas y sectores populares al poder, personificado en la presidencia radical de Hipólito Yrigoyen.
En el mundo sucedían hace un siglo la Revolución Rusa y, poquito después, la Primera Guerra Mundial, con la consecuente modificación del poder mundial que derivó un cuarto de siglo después en la Segunda Guerra Mundial, de cuya posguerra emergieron la Guerra Fría; su reacción, los afiebrados 60; la Carrera Espacial, y una serie de invenciones tecnológicas que transformaron la cultura, la economía y las instituciones políticas y sociales.
Pasaron 50 años del Mayo Francés y las transformaciones culturales siguen estando a la orden del día, como si fuera algo novedoso y positivo.
¿No bastó un siglo de enormes transformaciones para que el mundo empezara a despertar a una nueva era? ¿Cuánto más debemos esperear? ¿Qué más sucederá?

Recomiendo leer "Del mito de la reforma de 1918 a la necesidad de un nuevo cambio", por Rogelio López Guillemain, La Prensa 27.06.2018

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