La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Matador

Foto: Cronista.com
Hoy comienza a disputarse la Copa del Mundo en Rusia.
Un 14 de junio hace 40 años Mario Alberto Kempes, “el Matador”, hacía los dos goles a Polonia en Rosario -nos habían ganado en la edición anterior- y nos proyectaba hacia la primer conquista argentina en la historia de los mundiales.
Para quienes éramos chicos, esos recuerdos son imborrables. Gritamos, sufrimos y reímos y, por un momento, todos tiramos para el mismo lado, a pesar de que para muchos el término "Matador" significara algo terrible por esos días.
El deporte, como las bellas artes, pueden construir puentes hacia donde parece imposible llegar; y, entre los deportes, el fútbol es pasión de multitudes.
Que esto sirva para matizar los sentimientos de los muchos que hoy quedamos desgarrados por el resultado de la votación en Diputados en favor de la Legalización del Aborto y para quienes eso del "Matador" cobra nuevamente otro significado.
Aprendamos a perdonar, a dar vuelta la página y a amar a nuestros hermanos por sobre todas las cosas.
Que el fútbol no sea solamente un divertimento, una distracción, sino el motivo para encontrarnos con nuestro prójimo y, más allá de las diferencias, dejarnos confundir en un abrazo.
Dios quiera que, en los próximos días, podamos volver a gritar todos juntos "¡Vamos, Argentina!"

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