La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Concluyó la transición

Las elecciones del domingo 22 de octubre fueron un momento de bisagra:
1. El Gobierno logró concluir la transición y consolidar su poder.
2. Si bien en este blog creemos que el sistema de partidos políticos que rigió en el siglo XX ya no está vigente, el resultado electoral terminó por barrer la última remora del pasado: el peronismo, tal como lo conocimos terminó definitivamente de existir.
3. Como sucedió con la transversalidad en la primera elección que enfrentó el kirchnerismo, es muy probable que Cambiemos se transforme como alianza. La salida de escena de Ernesto Sanz y su reemplazo por Mario Negri pareciera indicar el carácter parlamentario que tendrá la actual coalición de gobierno.
4. La consolidación de la troika del poder en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires también supondrá el establecimiento del eje del poder a nivel geográfico.
5. Recién ahora podremos observar lo que el presidente Macri quiere efectivamente ejecutar como plan de gobierno.
6. Salvo que se presente un cisne negro, el PRO parecería proyectarse a seis años más de gobierno, como mínimo.
7. La oposición quedará en manos del cristianismo.
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