La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Alfiles

Villa 31 desde la Au. Illia. 
El primer gabinete de Néstor Kirchner contó con muchos ministros capitalinos. No parecía casualidad, sino más bien una estrategia para conquistar un distrito tradicionalmente díscolo para el peronismo.
El gabinete de Cristina Fernandez de Kirchner sumó muchos bonaerenses. Desplazado Eduardo Duhalde, los Kirchner le apuntaron a la Provincia de Buenos Aires. Hasta con la candidatura a diputado nacional del consorte presidencial en 2009.
Los últimos tres gobernadores fueron caciques sin indios propios en ese territorio: Carlos Ruckauf y Daniel Scioli eran dirigentes porteños, mientras que Felipe Solá fue un Secretario de Agricultura que escaló a la vicegobernación y, desde allí, al sillón que Ruckauf abandonó para asumir la Cancillería. De hecho, no tiene tropa propia.
En ninguno de los más importantes distritos electorales pudieron los Kirchner imponer pinguinos ni fundamentalistas K.
Ahora Mauricio Macri, Hermes Binner, José Manuel de la Sota, Juan Manuel Urtubey, Ernesto Sanz y Scioli, se pelean por la sucesión en 2015. Algunos con más chances que otros, pero estos son los dirigentes que mejor se perfilan en el corto plazo para disputar el poder.+)

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