La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

El factor K

Este era el diciembre que esperábamos. Mucho ruido institucional y puja política. El kirchnerismo tratando de retener el poder que la oposición le arrebató en las urnas en junio y aquella, caminando lentamente hacia 2011.
La oposición que se siente ganadora -básicamente, el panradicalismo- no quiere hacer olas. Procura garantizar los resortes que le aseguren ese tránsito hacia el éxito, nomás.
El macrismo podría estar en el mismo camino, pero el Gobierno se ocupa de debilitarlo. Con éxito hasta ahora.
El peronismo disidente sabe que tiene que hacer muchos méritos para ser elegido, tras tan intensa experiencia justicialista, y sortear muchas disputas intestinas. Este sector es el que puede dar más dolores de cabeza al oficialismo. Porque puede resultar igualmente movedizo y dañino.
Alerta, Néstor Kirchner no para de operar. Cada vez que se asoma un inconveniente, sube la apuesta. Es lo mismo que viene haciendo desde hace muchos años. Hasta hace poco le servía; hoy le provoca una merma inmensa en su caudal de poder.
Este es el único imponderable para este verano: que queriendo evitar que la oposición consolide un poder que inmovilice la marcha gubernamental, genere un cortocircuito que se cobre una megavíctima.
No hay motivo para pensar que esto pudiera suceder excepto que el Hombre, en la soledad de Olivos, reaccione destempladamente o provoque un hecho que no tenga marcha atrás. El factor K, que es básicamente la sorpresa, podría terminar siendo un boomerang.+)

Esta columna se toma un descanso estival. ¡Felíz Navidad!

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