La transformación

Tal vez los argentinos votamos mayormente otra cosa, o tal vez dimos un cheque en blanco para que el Gobierno continúe gestionando el nuevo rumbo. Lo que seguro que es cierto es que nadie esperaba, después del discurso del Presidente en la noche del triunfo ni de sus posteriores entrevistas, un cambio de gabinete como el que produjo. Hasta Guillermo Francos se sintió empoderado el domingo 26 de octubre a la tardecita con el protagonismo que tuvo. Tanto que supuso su ratificación en el cambio, y eso le dijo a los periodistas que lo entrevistaron... que no era ninguno de los habituales prolibertarios. El fin de semana anterior al que pasó el Presidente cambió al dialoguista Francos por su vocero, Manuel Adorni, y consolidó a la guardia karinista en el Gobierno. Nadie puede dudar que Diego Santilli será un Ministro de Interior negociador y acuerdista, pero todos esperábamos a Santiago Caputo en un megaministerio que incluia el diálogo con los gobernadores y que nunca llegó. De cualquier m...

Dialogo forzoso o monólogo

Es evidente que los Kirchner están dando una dura pelea para preservar la gobernabilidad en el estado en el que se encontraba antes del 28 de junio último.
La prensa se deja impresionar por el despliegue físico y mediático del matrimonio, pero la opinión pública y el mundo político miran horrorizados la forma en que se pretende negar la nueva realidad.
La convocatoria al dialogo del pasado 9 de julio fue una medida atinada. Pero los torpes intentos de instrumentación volcaron la botella de vino sobre el limpio mantel de hilo blanco.
Lo concreto es que la oposición, los gobernadores y algunos sectores como el campo, sienten que pueden cobrarse la victoria en una redistribución de recursos. Esa torta que ahora está más pequeña que hace algunos años y que los Kirchner necesitan más que nunca para continuar aplicando su régimen de gobernabilidad.
Podría decirse que es esto lo que habría impulsado la convocatoria al dialogo. El oficialismo ha perdido bancas en el Congreso antes del recambio. De hecho, no logró tratar sobre tablas en el Senado la estatización del Area Material Córdoba. Su poder se va desintegrando día tras día. Néstor hace enormes esfuerzos para acelerar ese proceso, aunque pretendiendo todo lo contrario.
Necesitan que el recorte de los superpoderes, la disminución de las retenciones, las mediciones del Indec y la coparticipación de impuestos no les lime aún más las arcas fiscales tan maltratadas por su propia política económica, la crisis internacional y la Gripe A.
En estas próximas semanas se podrá advertir si esta apertura augura una nueva forma de relacionamiento entre Gobierno y oposición, si significa un mejor funcionamiento de las instituciones republicanas, o si será un odioso monólogo que terminará en rabietas infantiles.+)

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