En San Isidro, ni Posse ni Lanús

Todavía hay mucha gente que no sabe que hay que votar dos veces en la provincia de Buenos Aires. La primera, el próximo 7 de septiembre, se votan candidatos provinciales y municipales y en la segunda, el 26 de octubre, los nacionales.  Esta división perjudica a aquellos que colgaban todas sus votaciones de una sola boleta, pero favorece a aquellos que piensan y analizan cada voto, segmento por segmento. Lo mismo pasa a nivel nacional, en donde las dos fuerzas mayoritarias buscan polarizar la elección y plantearla en términos presidenciales. Pero lo cierto es que la elección es parlamentaria y lo único que se eligen son aquellos que hacen leyes y controlan al Poder Ejecutivo y la Justicia. Por lo tanto, muy lejos de convenir votar a el simplista buenos contra malos, lo mejor es votar aquellos que no tienen compromiso con nadie. Nuestra sugerencia es votar el 7 de septiembre las listas de Potencia que son republicanas y van a apoyar al gobierno nacional en las cosas positivas, pero v...

Sobre llovido


Después de un año exitoso en el que pudo ostentar resultados económicos y políticos -tantos como necesitaba para sustentar su programa de reformas-, el Gobierno entró al año electoral patinando.

Desde el discurso de Davos y su posterior marcha masiva de protesta, el Gobierno no para de recibir golpes; a veces autoinfringidos, como el caso $Libra o la insistencia de candidaturas resistidas para ocupar la máxima magistratura judicial de la Nación. Cuando no fueron fatas de obra, fueron de omisión, como el desaprovechamiento de la apertura del año parlamentario; toda el país esperaba el señalamiento de un norte por parte del Presidente, y fue evidente que lo tenía: el acuerdo con el FMI, pero a partir de esos días se empezaba a postergar.

En el medio se fue mezclando la interna de la derecha. Cuando Mauricio Macri terminó de entender los planes que el mileísmo tenía para con el Pro, se apoyó en las debilidades señaladas para presentarse como una alternativa razonable de un oficialismo que se radicalizaba.

... y sobre llovido vinieron los anuncios del Día de la Liberación Norteamericana, la independencia económica pregonada en la argentina hace casi un siglo por Juan Perón sonaba ahora en los micrófonos de la Casa Blanca republicana. A la incertidumbre que presentaba el cierre de las negociaciones con el Fondo Monetario, particularmente en el capítulo cambiario, se sumó el terremoto económico internacional.

Una a favor: el Gobierno entra en la crisis internacional con salud económica y cuentas bastante saneadas. Una en contra: en este contexto, nadie sabe a ciencia cierta si lo que pueda aprobar el FMI servirá o no para la salida del cepo cambiario en la Argentina, pieza clave para una rápida recuperación económica.

Es claro que Trump hizo esos anuncios para arreglar rebajas arancelarias masivas con Occidente, por lo menos. Pero aún es difícil suponer cómo terminaran esas negociaciones también masivas. Sólo Dios sabe qué puede pasar cuando se abre la caja de Pandona.+)

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