En San Isidro, ni Posse ni Lanús

Todavía hay mucha gente que no sabe que hay que votar dos veces en la provincia de Buenos Aires. La primera, el próximo 7 de septiembre, se votan candidatos provinciales y municipales y en la segunda, el 26 de octubre, los nacionales.  Esta división perjudica a aquellos que colgaban todas sus votaciones de una sola boleta, pero favorece a aquellos que piensan y analizan cada voto, segmento por segmento. Lo mismo pasa a nivel nacional, en donde las dos fuerzas mayoritarias buscan polarizar la elección y plantearla en términos presidenciales. Pero lo cierto es que la elección es parlamentaria y lo único que se eligen son aquellos que hacen leyes y controlan al Poder Ejecutivo y la Justicia. Por lo tanto, muy lejos de convenir votar a el simplista buenos contra malos, lo mejor es votar aquellos que no tienen compromiso con nadie. Nuestra sugerencia es votar el 7 de septiembre las listas de Potencia que son republicanas y van a apoyar al gobierno nacional en las cosas positivas, pero v...

La Argentina de Tato Bores



    La descomposición del Estado Nacional es un fenómeno visible y tangible para cualquier ciudadano en la Argentina y en el mundo.

    Pero a nosotros nos interesa nuestro país. Sus notas constitutivas están todas desvirtuadas. Una de las más visibles es el monopolio legítimo de la fuerza. La marcha piquetera impuso, con orden y disciplina, su rigor sobre la cada vez más pequeña masa de trabajadores. Los policías, como suele pasar en estos casos, custodiaron a los manifestantes para que puedan impedir el normal desplazamiento de los habitantes y eventualmente ser agredidos por quienes quisieran hacer justicia por mano propia ante la ausencia de sanciones.

    Hablando de justicia, los magistrados se ocuparon de ilustrar con otro caso esta situación cuando la Corte Suprema de Justicia se apersonó en una juntada nacional de jueces federales para señalar a otros por la justicia que ellos no imparten contra los narcotraficantes.

    “Hace falta decisión política”, dijo Ricardo Lorenzetti, el mismo día que la jueza que había detenido a los camioneros por extorsión tuvo que pedir licencia cuando el cristinista Leopoldo Moreau le pidió el legajo para verificar si no se había excedido en sus funciones. Algo parecido le tocó explicar a la fiscal Goyeneche, cuya acusación contra el exgobernador Sergio Uribarri casi le cuesta más a ella que a él.

    Otro elemento constitutivo del Estado es la moneda, que solamente en abril su valor se vio afectado por una inflación del seis por ciento. Al mismo tiempo, oficializaba el aumento de tarifas y el Presidente hacía esfuerzos ingentes para que sus funcionarios ejecuten sus órdenes. Es que los miembros de la alianza gobernante juegan al Gran Bonete. La Vicepresidente a cargo del ejercicio de la Presidencia habla de lo que habría que hacerse como si no hubiese sido responsable de la coyuntura y el presidente de la Cámara de Diputados exhibe a sus economistas para probarse el traje de Juan Carlos Pugliese.

    La soberanía territorial estuvo en dudas ayer en la ciudad que gobierna la oposición. Pero también en los dominios mapuches, en donde el Estado protege a quienes niegan su existencia y desprotegen a los que pretenden construirlo.

En el día del Himno Nacional trascendió un extraño homenaje en la Cancillería, en cuyo frente se colgaron banderas de colectivos sociales flanqueando a la Argentina. Parecería que homenajear a los símbolos patrios ya no es tan importante. Recordemos que la cultura es una de las patas fundamentales de una nación.

    Podríamos seguir pero, ¿qué sentido tiene? Todos los días leemos en los diarios noticias sobre un país que ya es parte de la historia y que aún no sugiere lo que será en el futuro.

La frase



"Nosotros no aprobamos que (el corte de calles) sea total, porque eso dificulta a otros trabajadores"
De Emilio Pérsico sobre las marchas callejeras de trabajadores desocupados.

El personaje


    La jueza María Eugenia Maiztegui vino a despabilarnos cuando logró el encarcelamiento de los camioneros que utilizan métodos extorsivos desde la crisis de 2001 para conseguir mejoras para sus asociados aún cuando comprometan la existencia de los dadores de carga. Sea poca capacidad o por falta de coraje, pocos habían conseguido lo que ella logró. Hasta que un oligarca mayor que el propio Hugo Moyano, el diputado cristinista Leopoldo Moreau, logró atemorizarla al punto de tener que pedir licencia.

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