Souvenir

El cambio de actitud del gobierno ante la cuestión nicaragüense revela en parte las conversaciones mantenidas por Sergio Massa en los Estados Unidos. Es de suponer que fue a allí a pedir apoyo para las negociaciones con el FMI; ahora sabemos qué clase de souvenir se trajo del viaje.  Lo positivo es que, ante una región tan convulsionada, pareciera que un intento de reordenamiento podría coordinarse en torno de la Argentina. Cuesta creerlo, pero basta con observar la región: Chile está a la puerta de una nueva Constitución de cohorte revolucionaria en términos sociales; Colombia tiene un gobierno muy debilitado tras las recientes protestas sociales en contra de la fallida reforma tributaria; Brasil suma más de 500.000 muertos por el Covid19 y está bajo la sombra de una crisis económica que refleja récords históricos en el desempleo que amenaza con expulsar a los más jóvenes -las encuestas señalan que casi un 50% de los jóvenes se iría del país por falta de perspectivas educativas y laborales-; en Perú debuta una izquierda experimental con la mínima legitimidad derivada de un ajustadísimo resultado electoral. A la luz de este panorama de inestabilidad en países que alguna vez supieron encarnar las relaciones estratégicas de la región con los Estados Unidos, y ante el estancamiento que demuestra el Mercosur, la Argentina tiene la oportunidad de ejercer nuevamente un rol protagónico como fiel aliado de la estabilidad regional. Porque a pesar de la coyuntura económica, los desmanes políticos y las disputas internas, lo cierto es que la Argentina es, a los ojos de Norteamérica, un país democrático y estable con el que comparte una agenda activa que supera la docena de asuntos sensibles para la seguridad internacional. 

El disgusto que dejó en Washington el episodio de la abstención argentina en la votación en contra del régimen de Ortega en la OEA fue enmendado rápidamente por la convocatoria a Buenos Aires del embajador argentino en Managua. Esta acción fue coordinada con México, que hizo lo propio. Podríamos decir que Massa logró hacer notar sus destrezas diplomáticas. Nada de esto sería posible sin el aval de la Vicepresidente. De hecho, se habla de una reunión protocolar a ese nivel entre CFK y su par estadounidense, Kamala Harris. 

Se empiezan a percibir algunas pinceladas de pragmatismo en el gobierno argentino. Tal el caso del anuncio del pago de 400 millones al Club de París; de las declaraciones de funcionarios del Ministerio de Transporte –en off the record al diario La Nación– en favor de mantener en manos privadas la concesión de la Hidrovía a pocas horas del pronunciamiento en contrario de un núcleo del cristinismo duro, de encontrar algún tipo de solución al cepo de las exportaciones de carne. Aunque debemos lamentar que muchas veces cuando se ordenan las variables estructurales del Estado se desordenan las variables electorales. Así lo demuestran algunas encuestas que circularon este fin de semana y reflejan la disminución de voto del Frente de Todos en el estrato joven y en la clase media/media baja, superado en un margen fino por Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires y un escenario de derrota en populosas provincias centrales. Comienza la danza de encuestas. De cualquier manera, el desencanto se dejó ver más allá de los sondeos; esta semana el Presidente Fernández tuvo que suspender su visita al municipio bonaerense de Pergamino por pronósticos de fuertes protestas, aunque no las pudo sortear en su viaje a Salta del jueves pasado. Las alertas rojas suenan cada vez más fuerte en la Casa Rosada.

Del otro lado del mapa, la oposición todavía naufraga en mares tormentosos. Esta vez, la irrupción del neurólogo radical Facundo Manes como potencial cabeza de lista en la provincia de Buenos Aires corrió el eje de la discusión en la interna del PRO. Esta jugada del radicalismo pateó un tablero inclinado que pedía a gritos una corrección. Actualmente la alianza opositora se encuentra en proceso de recoger y ordenar nuevamente las piezas del rompecabezas electoral de 2021. Esta discusión debe saldarse a más tardar el 24 de julio, día en que finaliza el plazo para la presentación de precandidatos de acuerdo al calendario electoral. El mismo día que comienza oficialmente la campaña electoral. Falta, apenas, un mes.

EL PERSONAJE

La disrupción que generó el neurólogo en el proceso de reordenamiento de la oposición de cara a las elecciones lo convierte en el personaje de la semana. Porque corrió del eje de la discusión entre Diego Santilli y Jorge Macri, en la Provincia de Buenos Aires, y amenaza con opacar al propio Horacio Rodríguez Larreta, con la aparición de la figura de Martín Lousteau, hacia la primacía del radicalismo en la alianza cambiemita. Este neoradicalismo, como hemos observado en las internas, allá por marzo, viene a disputarle también al viejo radicalismo los lugares de poder, bajo consignas y figuras jóvenes, frescas y nuevas.

LA FRASE



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