Diego Alejandro Molea es el primer rector en asumir la titularidad del cuerpo. Es un académico con un pasado multipartidario -comenzó militando en Franja Morada (parta universitaria del radicalismo), viró al peronismo bonaerense en época del duhaldismo, tuvo un paso por el massismo, y hasta coqueteó con el macrismo-, pero que ahora jugó astuta y abiertamente para el kirchnerismo y llega a esta instancia con el apoyo de La Cámpora y el visto bueno del Instituto Patria. Su pasado en este caso no lo condena sino que le imprime una faceta dialoguista que efectivamente necesita el kirchnerismo en este organismo al no tener una mayoría propia para las votaciones, donde el reglamento exige que sea de carácter absoluta en todos los casos.
Oriundo del sur del conurbano bonaerense -nacido en Lanús- y habiéndose ya involucrado en la facultad de Derecho de la Universidad que hoy dirige, hizo sus primeros pasos en el ámbito judicial desde el Colegio de Abogados de Lomas de Zamora, y luego en el Consejo de la Magistratura de la provincia de Buenos Aires.
Gerónimo Ustarroz, Consejero en representación del Poder Ejecutivo, y su hermano “Wado” de Pedro, Ministro del Interior, dos hombres de confianza de la Vicepresidenta que operan en el ámbito judicial, fueron los impulsores de la candidatura de Molea, y cosecharon los apoyos necesarios para su designación, que se votó con unanimidad. Se terminó de ganar la confianza de la dupla al apoyar y participar activamente de los cuestionados traslados de los jueces Bruglia y Bertuzzi.
El cargo de presidente del Consejo es por un año, período en el que Molea deberá exhibir su cintura para negociar y, sobre todo, demostrar su lealtad en el acatamiento y ejecución de cada orden que emane del Instituto Patria.
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