El amor siempre vencerá

Hace quince años San Juan Pablo II dejaba de este mundo.
Lo último que les dijo a sus colaboradores era que lo único que quería era volver a la Casa del Padre.
Este titán eslavo que medió para que la paz reinara en esta región del continente, en 1979. Ese mismo año, desde Puebla (México) intervino para evitar la radicalización ideológica de la Iglesia el Latinoamérica.
Fue una pieza clave para derribar el Muro que dividió el Este del Oeste, tras la caída del comunismo en la Unión Soviética.
Con su experiencia sobre el rumbo del mundo, se convirtió en el principal defensor de la vida y de la familia, como reductos de humanidad.
Fue un líder mundial, porque su poder transformador fue planetario y poderoso.
Pero su legado, como se puede ver en el video, fue el mensaje de Cristo.-

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