Las puebladas son un recurso reiterado frente a la inseguridad. Ayer sucedió en Junín por el crimen de una chica de once años. Constituyen un cuestionamiento al monopolio legitimo de la fuerza.
No es la primera vez que sucede en esa ciudad.
Nota de Clarín El hallazgo del cuerpo de Camila Borda (11) en una quinta de Junín y la detención del casero del lugar desató la ira de familiares y vecinos, quienes como no pudieron atacar al detenido arrojaron piedras a la Policía y quemaron dos patrulleros.
No fue un momento sencillo el que se vivió durante el atardecer en el barrio Ricardo Rojas de Junín. Tras el hallazgo del cadáver de la nena que había desaparecido este mediodía en la casa que cuidaba un vecino, la gente del lugar reaccionó con furia.
Camila Borda tenía 11 años
Tanto así que los vecinos quisieron entrar a la quinta de Arias al 1500 para atacar a José Carlos Varela (40), el casero acusado del homicidio de Camila. Como no pudieron, reaccionaron arrojando todo tipo de proyectiles hacia los policías y hasta quemaron dos patrulleros.
Ante esto, los agentes respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos; y la zona debió ser acordonada por la Policía. Es más, hacia el lugar acudieron refuerzos policiales y hasta del GAD, un grupo especial de la Policía de rápida respuesta.
Incidentes en Junín con la Policía tras el crimen de una nena. (Captura TV)
"El imputado está detenido, lo han trasladado. Pero en la quinta hay muchos incidentes: hay oficiales heridos, móviles incendiados", esgrimieron las fuentes durante los momentos más complicados que se vivieron esta tarde en Junín.
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