En San Isidro, ni Posse ni Lanús

Todavía hay mucha gente que no sabe que hay que votar dos veces en la provincia de Buenos Aires. La primera, el próximo 7 de septiembre, se votan candidatos provinciales y municipales y en la segunda, el 26 de octubre, los nacionales.  Esta división perjudica a aquellos que colgaban todas sus votaciones de una sola boleta, pero favorece a aquellos que piensan y analizan cada voto, segmento por segmento. Lo mismo pasa a nivel nacional, en donde las dos fuerzas mayoritarias buscan polarizar la elección y plantearla en términos presidenciales. Pero lo cierto es que la elección es parlamentaria y lo único que se eligen son aquellos que hacen leyes y controlan al Poder Ejecutivo y la Justicia. Por lo tanto, muy lejos de convenir votar a el simplista buenos contra malos, lo mejor es votar aquellos que no tienen compromiso con nadie. Nuestra sugerencia es votar el 7 de septiembre las listas de Potencia que son republicanas y van a apoyar al gobierno nacional en las cosas positivas, pero v...

RIPeronismo


En principio, todo apunta a que el resultado de la elección bonaerense será consecuencia de la consagración o derrota de la elección nacional.
En ese sentido, la jugada divisoria de Cristina Fernandez de Kirchner parece hecha a la medida de los deseos de Mauricio Macri, porque parte en tercios al peronismo. Pero, ¿qué es el peronismo?
¿Es un corpus ideológico? De alguna medida, las raíces fascistas del peronismo caracterizan al movimiento, pero no es algo exclusivo del partido justicialista ni de sus herederos naturales; de hecho, el cristinismo abreva en fuentes progresistas que nunca convergerían con un partido con tales principios. Tampoco se puede pensar que Florencio Randazzo o el ex ucedeísta Sergio Massa sean principalmente fascistas. Lo que tienen en común con el movimiento creado por el Duce es la primacía del pragmatismo en la persecución y ejercicio del poder. Pero, ¿eso solo es el patrimonio del justicialismo?
¿Será entonces un partido? Queda claro que no.
¿Un movimiento? Es un concepto tan laxo que sirve para definir cualquier cosa.
¿Un legado? ¿de quién, de Perón? Cristina no lo reivindica, como sí hace con Evita. Como los setentistas.
¿Porqué toda esta disquisición? Para concluir que hace rato que el peronismo no significa nada concreto; que es sinónimo de populismo, nomás, y que si algo quedaba del peronismo, terminará por desaparecer este 2017. Una crisis que empezó en 2013, con la presentación simultánea de Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saa y Néstor Kirchner, y que concluyó sin defensores reales este año.
Cristina logrará cumplió su sueño de ser ella quien terminó por destruir los últimos despojos de poder real que allí permanecían.+)

Comentarios