El Gobierno parece haber encontrado una manera de esquivar el impacto negativo ante la falta de resultados económicos alentadores mediante el combate de las mafias.
Para lograrlo deberá emitir mensajes inequívocos de modo de que la gente valore esta batalla como un hito fundamental para el país, de modo de lograr soslayar el esfuerzo económico que sufren las familias argentinas.
Esta semana, la gobernadora Vidal presentó un organismo para vigilar la propia integridad de la gestión; la salida del jefe de la policía porteña pareciera tener que ver con lo mismo, y ni qué decir de la postulación de la abanderada de la ética, Elisa Carrió, en la Capital.
Es que los índices económicos que se presentan son muchos, zigzagueantes y confusos. Pero todos los economistas concuerdan en que la economía no termina de arrancar. Mientras tanto, la Jefatura de Gabinete profundiza su actuación con amplio margen de maniobra, lo que excluye a los que no se adecuan a ella. Así como se ve silenciosamente salir a Carlos Balbin de la Procuración General del Tesoro, es habitual enterarse de funcionarios que dejan sus posiciones por los más diversos motivos. Pero hay algunos que ingresan, como Diego Dávila, a complementar a los vicejefes de Marcos Peña, con un estilo marcadamente similar a ambos.
Las cúpulas empresariales también deben alinearse. Tal vez la más visible es la asunción de Miguel Acevedo en la UIA. Quieren una renovación en la representación institucional empresarial que enaltezca a empresarios en lugar de los ejecutivos del estilo de Adrián Kaufmann Brea.
Mientras tanto, el Presidente cumple con su tarea. Agradado por el hecho de que presenten como antecedente del ganador de las elecciones francesas, Emmanuel Macron, viajó a los Estados Unidos a fin de visitar a Donald Trump antes de ver a Xi Jinping, cuya invitación ya estaba cursada y aceptada. Previo encuentro con empresarios en Houston y de recibir la visita del gobiernador de Florida en Buenos Aires, tuvo una lucida recepción en Washington DC, que culimnó con una ovación parlamentaria, elogios del principal líder de Occidente y la promesa de abrir el mercado a los limones tucumanos. "El me va a hablar de limones, yo de NorCorea", anunció Trump, en una confusa fórmula que permitió las más variadas elucubraciones. Pero nadie imagina a Mauricio Macri como mediador entre los presidentes norteamericano y chino.
La tensión en el extremo oriente es cada vez mayor. Los coreanos se la pasan desafiando, a lo que Trump responde subiendo la apuesta. Al punto de que China -que sacó a relucir su primer portaaviones, de fabricación nacional- tuvo que advertir que su paciencia tiene un límite. En ese contexto, el Papa está por llegar a Egipto para solidarizarse con los coptos, que sufrieron un doloroso atentado recientemente. Anticipó que no se blindará, lo que lo hace un blanco fácil y un detonador posible para la tan temida Tercera Guerra Mundial.+)
Comentarios