En San Isidro, ni Posse ni Lanús

Todavía hay mucha gente que no sabe que hay que votar dos veces en la provincia de Buenos Aires. La primera, el próximo 7 de septiembre, se votan candidatos provinciales y municipales y en la segunda, el 26 de octubre, los nacionales.  Esta división perjudica a aquellos que colgaban todas sus votaciones de una sola boleta, pero favorece a aquellos que piensan y analizan cada voto, segmento por segmento. Lo mismo pasa a nivel nacional, en donde las dos fuerzas mayoritarias buscan polarizar la elección y plantearla en términos presidenciales. Pero lo cierto es que la elección es parlamentaria y lo único que se eligen son aquellos que hacen leyes y controlan al Poder Ejecutivo y la Justicia. Por lo tanto, muy lejos de convenir votar a el simplista buenos contra malos, lo mejor es votar aquellos que no tienen compromiso con nadie. Nuestra sugerencia es votar el 7 de septiembre las listas de Potencia que son republicanas y van a apoyar al gobierno nacional en las cosas positivas, pero v...

20.01.2017

El discurso de toma de posesión presidencial de Donald Trump no hizo más que validar lo que dijimos en la publicación anterior acerca del final de una era de hegemonía anglosajona. Recordó la fecha para marcar un hito decisivo en la historia nacional.
Su discurso fue breve y, según informaron, escrito de su puño y letra. Pronunciado sin leer.
Fue básicamente democrático. Inicialmente se concentró en criticar a Washington DC y en reivindicar al pueblo como poseedor del poder. No hubo referencias republicanas. Planteó una contradicción, una suerte de incompatibilidad, entre los intereses de la dirigencia, identificada con Washngton, y el pueblo.
Sobre el rol norteamericano en el mundo, se limitó a expresar la misma fórmula que fronteras adentro: America First. Mantendrá la amistad y la buena fe en la relación, siempre que no afecte los intereses concretos del pueblo norteamericano. Concretamente, anunció no habrá financiamiento de otras fuerzas militares que las nacionales.
Económicamente, keynesiano. Habló de reconstruir la infraestructura nacional, con trabajo norteamericano. Si bien refirió al nuevo milenio, el trabajo al que refirió fue el de la construcción, la industria y el agro. No se harán más fábricas en el extranjero, aseguró. Dijo que la clase media se empobreció porque su riqueza se redistribuyó en el mundo; pero que eso no volverá a suceder.
Citó a la Biblia para bregar por la unión nacional. Fue respetuoso con los ex mandatarios presentes y especialmente agradecido al presidente Barack Obama y a su esposa Michelle por la "magnífica" transición.
Dijo que no hay que tener miedo porque los americanos siempre estarán protegidos: por su Ejército y por Dios.
y Cerró, como todos: "Que Dios bendiga a los Estados Unidos".+)

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