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ElPais.es. Domingo 20 de Noviembre de 2016
Por Carlos E. Cué
LA CUMBRE ASIA-PACÍFICO: Las grandes potencias económicas amenazan con unirse para aislar a Trump
El mundo se prepara para la era Trump. A la espera sus primeras decisiones, los países clave del planeta, los que más crecen, reunidos en la cumbre Asia-Pacífico se unieron en Lima con una amenaza clara a EE UU: si su nuevo presidente frena el libre comercio, ellos seguirán sin él y harán acuerdos al margen que lo dejarán aislado. “Nosotros no nos cerraremos, vamos a abrirnos más”, ha dicho este sábado el presidente chino, Xi Jinping, en respuesta al proteccionismo del republicano. En las conversaciones cundía la posibilidad de nuevas alianzas sin EE UU, que casi con seguridad saldrá del acuerdo más importante, el TPP. Mientras Barack Obama, ya sin poder para cambiar el rumbo, se despedía de las cumbres.
La cumbre de Asia- Pacífico (APEC) —21 países de Asia y el Pacífico entre los que están economías enormes como China, EEUU, Japón, Rusia, y otras pujantes como Australia, México, Colombia, Singapur— ha dejado este sábado, en su segundo día, muy claro que en el mundo en este momento hay dos corrientes opuestas. Por un lado, están los países asiáticos y la mayoría de los latinoamericanos, que tras el giro reciente en Argentina, Brasil y Perú, están apostando por aumentar el libre comercio en el planeta. Ese es el eje de la cumbre. Más libre comercio pero con una mejor redistribución de los beneficios para evitar la reacción de la población ante los empleos que se están perdiendo. Lo que nadie explica es cómo se hará esa redistribución.
Por el otro lado, está el nuevo EE UU que acaba de votar como su líder a Donald Trump y su política proteccionista; y Europa, que tras el Brexity el miedo al éxito de Marine Le Pen en Francia y otros movimientos en otros países también parece tener dudas sobre los efectos del aumento del libre comercio.
Esas dos corrientes no se han chocado en Lima porque Trump no ha acudido, pero parece evidente que ese conflicto está a punto de explotar en cuanto el republicano tome posesión en enero. Y los países asiáticos y latinoamericanos representados en APEC lanzaron mensajes claros de que si Trump apuesta por el proteccionismo, ellos continuarán su senda sin EE UU. John Key, primer ministro de Nueva Zelanda, resumió con claridad el sentir general: “Nosotros podemos renegociar el [Acuerdo Transpacífico] TPP para lograr que a Trump le parezca bueno. Si EEUU no quiere libre comercio, los demás vamos a seguir adelante porque creemos en él”.
En privado, las reuniones iban por la senda de ampliar los acuerdos de libre comercio; incluso alternativos al TPP que lideró Barack Obama y dejó fuera a China, según fuentes del Gobierno peruano. El gigante asiático es el gran protagonista de la cumbre porque es el enemigo número uno de Trump —o al menos eso apuntó en su campaña—, y piensa defenderse con sus aliados asiáticos y latinoamericanos ocupando aún más espacio en la región. Xi prometió reducir el proteccionismo chino como respuesta a Trump y trabajó en Lima para promover un acuerdo alternativo al TPP liderado por Pekín. “Vamos a abrirnos más. Vamos a abrir más campo de juego parejo para las empresas chinas y extranjeras. Las empresas internacionales podrán compartir el crecimiento de China y sus oportunidades. Vamos a involucrarnos en la globalización para promover un desarrollo compartido, tenemos que lograr que se compartan los frutos del desarrollo con mejores mecanismos de redistribución. Vamos a agrandar la tarta y repartirla mejor”, dijo Xi después de glosar las bondades del libre comercio.
Uno tras otro, los presidentes hablaban en ese sentido, como un mensaje repetido a Trump, el gran protagonista ausente. “Tenemos que mandar un mensaje muy fuerte, estos 21 países de APEC deben lanzar un mensaje inequívoco al mundo de que el comercio continúa siendo precioso para el crecimiento del mundo. Si EEUU no quiere el TPP nosotros vamos a buscar un acuerdo Asia-Pacifico sin EEUU que incluya a China y también a Rusia”, dijo el anfitrión, el peruano Pedro Pablo Kuczynski. Más suave fue el mexicano Enrique Peña Nieto, que evitó toda crítica a Trump. “Vamos a abrir una nueva etapa en la relación con EEUU. Queremos privilegiar el diálogo para construir una nueva agenda. Se abre una gran oportunidad, yo soy optimista". Aunque también añadió: “México seguirá siendo un ferviente creyente en la apertura comercial. No nos dejemos confundir con estos sentimientos proteccionistas. La globalización ha reportado más beneficios que perjuicios”.
Mientras, Obama, que también acudió a Lima, optó por un perfil más bajo y en vez de intervenir en público en la cumbre, el día en el que hablaban Xi y el ruso Vladimir Putin, se fue a una universidad a charlar con jóvenes emprendedores peruanos. Y allí trató de calmar la inquietud: "Es importante que le den una oportunidad a Trump. Una cosa es la campaña, otra cosa es gobernar. Existiran tensiones sobre todo en relación al comercio. Trump defendió reestudiar todas las políticas comerciales. Pero pero cuando vean como esta funcionando verán que es bueno para EEUU. No asuman lo peor. Esperen", les dijo a unos jóvenes que en sus preguntas mostraban su desolación por la victoria del magnate.
Obama tuvo contactos discretos con los líderes pero, ya de retirada, evitó una respuesta pública a esas invectivas de los otros dirigentes contra la posibilidad de que EE UU gire hacia el proteccionismo. La cumbre de APEC se ha convertido en un espacio incómodo para Obama, que tendrá su última oportunidad de estar cara a cara con Putin después de las tensiones de los últimos años y también tenía previsto reunirse con el chino Xi. Además se vería con los 12 líderes que se han sumado al TPP, el gran acuerdo que dejó fuera a China, pero no puede decirles si Trump seguirá adelante con él. Lo más probable, según la prensa estadounidense, es que EEUU se quede fuera. Por tanto Obama no puede hacer mucho más en esta cumbre que pedir tiempo para ver cuáles son las primeras decisiones de Trump.
Todos están expectantes. El japonés Shinzo Abe, presente en la cumbre, se adelantó a todos y, antes de viajar a Lima, se fue a ver a Trump en su torre para conocer de primera mano sus planes. Los demás esperan a ver qué hace. Pero el mundo no se queda quieto y todos parecen dispuestos a seguir adelante sin EE UU si el magnate opta por el proteccionismo que prometió en su campaña electoral y que parece explicar buena parte de su éxito en las urnas.
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