Transcurrida la primera semana después de la convulsión electiva se puede observar q
ue el oficialismo apareció como derrotado, pese a haber ganado por dos puntos porcentuales la primera vuelta, y que Cambiemos se mueve como si ya hubiera obtenido la Triple Corona (Capital, Provincia y Nación).Triunfalistas, muestranjj más a sus dos espadas femeninas, Eugenia Vidal y Gabriela Michetti; especialmente a la gobernadora electa. Pero también dio mayor visibilidad a los radicales, particularmente a Lilita Carrió.
El oficialismo quedó dividido en tres segmentos: el sciolismo puro, que inicialmente apareció grogui pero que hacia el cierre de la semana parecía recompuesto del golpe; el cristinismo, que se manifiesta en contra de la oposición pero que no puede apoyar resueltamente al candidato oficialista, y el peronismo, que se muestra escéptico del futuro. Se supo que Daniel Scioli no se despegará del Gobierno Nacional pero tampoco exhibirá trofeos kirchneristas.
Las escenas más destacadas de la semana fueron:
El acto presidencial. A favor de Scioli, no se trajnsmitió por la cadena nacional. En contra, criticó más a la oposición de lo que elogió al candidato que presume propio.
El acto de asunción del gobernador tucumano José Manzur. Pasó desapercibido el apoyo de los gobernadores justificialistas a su par bonaerense. Más aún, fue sugestiva la ausencia de Juan Manuel Urtubey. El joven gobernador salteño podría ser el que conduzca el peronismo en caso de derrota oficialista en el balotaje.
La TV. Scioli apareció furibundo por la televisión. Se dividió las apariciones en la pantalla chica con su esposa Karina y con sus colaboradores de modo de lograr la inmanencia. El mensaje fue sembrar dudas sobre el retador; el mismo discurso que su jefa política. Tal vez sin darse cuenta, de banca tornó en punto.
Las encuestas que trascendieron dar 45 a 40 en favor de Mauricio Macri proyectándose a 55 a 40.
A juzgarle está primer semana, la suerte parecería estar echada y la a Triple Corona, a tiro de piedra.+)
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