Habrá forzosa renovación dirigencal en las provincias

A partir de diciembre cambiarán quince gobernadores nuevos
Por Patricio Giusto, director de Diagnóstico Político (pgiusto@diagnosticopolitico.com.ar)

Mendoza es, por ahora, la única provincia con cambio de signo político tras la primera tanda de
elecciones provinciales en Argentina. Allí el kirchnerista Francisco Pérez (FPV) fue derrotado por el
radical Alfredo Cornejo (Cambiemos). Tierra del Fuego significó un cambio a medias, con el paso del kirchnerismo “atenuado” de la gobernadora saliente Fabiana Ríos (Partido Social Patagónico) hacia el kirchnerismo “puro” de la electa Rosana Bertone (FPV).
En total, en diez de las doce elecciones provinciales realizadas hasta el momento ganó el oficialismo:
Neuquén (Movimiento Popular Neuquino), Salta (FPV), Río Negro (Juntos Somos Río Negro), Santa
Fe (Frente Progresista), Ciudad de Buenos Aires (PRO), Córdoba (Unión Por Córdoba), Corrientes
(Encuentro por Corrientes), La Rioja (FPV), Tucumán (FPV) y Chaco (FPV).
Otros once distritos celebrarán elecciones el 25 de Octubre, junto con las presidenciales. Según las
encuestas, hay pocas chances de de sorpresas, que a lo sumo podrían darse en la provincia de
Buenos Aires, Jujuy y Santa Cruz.
No obstante la generalizada continuidad de los partidos oficialistas en el poder, sólo cinco
gobernadores estarían en condiciones de acceder a la reelección este año. Juan Manuel Urutbey
(Salta) y Alberto Weretilneck (Río Negro) ya lo lograron, mientras que Lucía Corpacci (Catamarca),
Gildo Insfrán (Formosa) y Martín Buzzi (Chubut) harían lo propio el próximo 25 de Octubre.
Sobre un total 24 distritos, a partir de diciembre asumirán al menos quince nuevos gobernadores, sin
contar las posibles sorpresas mencionadas anteriormente. Además, en caso de que Daniel Scioli sea
electo Presidente, algunos mandatarios como el salteño Urtubey pasarían a integrar su gabinete, lo
que acrecentaría aún más la ola de recambio.

¿Qué le espera a los nuevos?
Es probable que varios de esos nuevos gobernadores tengan dificultades para afianzar su liderazgo,
sea por el contexto en el cual fueron electos o bien por coyunturas locales desfavorables que tendrán
que afrontar ni bien asuman sus cargos.
Hay algunos mandatarios que ganaron elecciones muy disputadas, como Miguel Lifchitsz (Santa Fe).
O directamente fraudulentas, como Juan Manzur (Tucumán). En dichas provincias, la ciudadanía ha
quedado fuertemente dividida y el poder político muy fragmentado. Se necesitarán amplios consensos
para asegurar la gobernabilidad.
Otros gobernadores de esta nueva camada deberán superar duras pujas internas en el seno del
peronismo. Tales son los casos del ya electo Domingo Peppo (Chaco) y de los potenciales Aníbal
Fernández (Buenos Aires) y Carlos Verna (La Pampa). Gane quien gane la Presidencia, dichos
mandatarios tendrán el enorme desafío de aglutinar a las distintas facciones peronistas en pugna en
sus respectivos distritos.
Asimismo, habrá nuevos gobernadores con escasa trayectoria en la gestión y bajo perfil político, que
deberán hacer frente a contextos económicos y sociales muy delicados a nivel local. En esa hipotética
lista podría incluirse a los electos Omar Gutiérrez (Neuquén) y Sergio Casas (La Rioja), además de
Hugo Passalacqua (Misiones), por ahora candidato.
En el caso de Salta, si Urtubey integrase el eventual gabinete de Scioli lo reemplazará su vice, Miguel
Isa; quien viene de sufrir una dura derrota a manos del massista Gustavo Sáenz en su intendencia, la
capital provincial. Seguramente, Isa será otro de los flamantes mandatarios que deberán sortear
dificultades para consolidar su liderazgo en una provincia socialmente muy conflictiva.
Por último, aún más difícil se perfila el escenario para los nuevos gobernadores que podrían llegar a
coexistir con un Presidente de diferente signo político. Con Scioli en la Casa Rosada, serán los casos
de los ya electos Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad de Buenos Aires), Alfredo Cornejo (Mendoza) y
Ricardo Colombi (Corrientes), a quienes podrían sumarse María Eugenia Vidal (Buenos Aires),
Gerardo Morales (Jujuy) y Eduardo Costa (Santa Cruz).
En definitiva, con la ratificación de la supremacía de los oficialismos en estas elecciones pareciera que el mapa político del interior no se modificará. Sin embargo, el vasto recambio de nombres en las
gobernaciones anticipa un escenario político complejo para las nuevas gestiones, en varios distritos.+)

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