Historias que no se deben repetir

Al final parece que el gobierno tenía razón: algo de golpismo había en esa marcha: 1. De no ser así no habría una nueva convocatoria. 2. De hecho, los días posteriores a la marcha hubo más reivindicaciones a "la lucha" que condenas a la violencia. 3. Pero lo más destacado fue la aparición de Sergio Massa convocando a la unidad del campo popular y pidiendo poner límite al gobierno son el elemento más destacado. Poreque recuerdan al 2001, no sólo por la violencia sino porque Massa -como entonces Eduardo Duhalde- fue el último candidato presidencial. Pero la gran diferencia fue que aquella vez Duhalde había ganado las elecciones intermedias y que luego se haría cargo del ajuste; mientras que esta elección aún no tuvo lugar, pero el ajuste ya está realizado.

#NiUnaMarchaMenos

Uno de los fenómenos del siglo XXI son estas marchas multitudinarias.
Durante mucho tiempo se creyó que los cierres de campaña de Raúl Alfonsín y de Italo Luder, en 1983, habían sido las últimas grandes movilizaciones cívicas.
Sin embargo, los cacerolazos de fin del siglo XX y la marcha organizada por Juan Carlos Blumberg el 1 de enero de 2004 a la Plaza de los Dos Congresos con ocasión del secuestro seguido de muerte de su hijo Axel no sólo contradijo aquella premisa sino que planteó un nuevo paradigma: la de una manifestación relativamente espontánea, en cuanto a que no era conducida ni convocada por políticos, masiva y convocada mayormente desde las redes sociales. 
El formato se globalizó luego y en España, con motivo de Atocha, tomó como ícono la fecha estampada con el número del día y la letra del mes correspondiente.
Luego vinieron los cacerolazos de protesta contra el Gobierno en la Argentina y en Brasil, el #YoNoSoyCharlie y tantos más.
La de ayer no fue una marcha más. Porque no se debe considerar a estas manifestaciones como un número, ya que la movilización de tanta gente preocupada por un mismo motivo constituye una expresión de democracia directa, que el sistema aún no sabe cómo administrar. Pero sí se puede decir que #NniUnaMenos está en esa línea. Lo extraño, tal vez, es que la violencia de género, el disparador de la convocatoria de anoche, fue un tema que se viralizó tanto en redes como en los medios tradicionales, que parecerían ser los que más han sensibilizado a la población.
La historia empieza a parir una nueva era. Estas marchas serán parte de su paisaje.+)

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