Acuerdo militar con Brasil acelera compra de 24 aviones de caza (Ámbito Financiero)
El Gobierno de Brasil anunció ayer en Buenos Aires el comienzo de las negociaciones para que la Argentina adquiera 24 cazas Gripen de última generación.
La iniciativa forma parte de la Declaración para la Democracia y la Paz que firmaron ayer Jaques Wagner, ministro de defensa de Brasil, y su par criollo, Agustín Rossi. Wagner eligió Buenos Aires como el primer destino de visita oficial en el exterior, gesto explícito del buen clima entre los dos países a pesar de los tironeos frecuentes en el intercambio comercial.
La página web del Ministerio de Defensa brasileño comunicó la novedad y resaltó que se trata del puntapié inicial para dotar a la Fuerza Aérea Argentina de esas modernas aeronaves de combate de origen sueco. Brasil producirá los aparatos para su propia fuerza aérea en la planta de Embraer, luego de la firma de un contrato con la multinacional SAAB, desarrolladora del sistema de armas Gripen. El Gobierno de Brasil, a través del Ministerio de Defensa, la Fuerza Aérea Brasileña y la empresa mixta Embraer están en capacidad de exportar los Gripen, y el primer cliente anotado es la Argentina.
El proyecto es de largo plazo, el contrato entre la FAB y SAAB para la fabricación de 36 aviones se firmó en octubre de 2014 y los primeros aparatos tienen fecha de entrega entre 2019 y 2020. Darle volumen y escala a un programa de desarrollo y fabricación que ronda 5.500 millones de dólares requiere clientes regionales; la Argentina calzó habida cuenta de la necesidad operativa de reemplazar los vetustos Mirage, cuya vida útil expira a fin de 2015.
La urgencia operativa criolla movió el interés económico de la República Popular China, que aprovechó el acuerdo de asociación estratégica integral firmado con la Argentina y ofreció un escuadrón de cazas FC-1/JF-17 Thunder con estructura y sistemas chinos (no occidentalizados), versión Block II, propulsados por el motor Klimov RD-93 de origen ruso, a un costo que oscila entre los 25 y los 30 millones de dólares por avión "pelado", sin armamento. La penetración china en el segmento de aparatos supersónicos regionales es un competidor de cuidado para la estrategia brasileña de captar el mercado con el primer cliente, la Argentina.
Una cuestión preliminar a resolver antes de pensar en el programa Gripen es incorporar la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) en la producción de algún componente del sistema Gripen a desarrollar en Brasil.
La posibilidad de un veto del Reino Unido a la venta de los Gripen a la Argentina fue descartada por la Fuerza Aérea. Los componentes de origen británico del avión sueco pueden ser sustituidos por otros de proveedores calificados. La administración británica, a través del Departamento de Negocios, Innovación y Formación mantiene un veto para asegurar que ningún equipo con licencia de exportación británica sea empleado por la Argentina "para imponer un bloqueo económico a los ciudadanos de las islas Malvinas".
El camino de complementación entre las industrias aeronáuticas militares arrancó con la incorporación de FAdeA en el proceso de construcción del avión de transporte KC-390, diseñado por Embraer para equipar a la Fuera Aérea Brasileña.
En otro punto de la declaración conjunta de cooperación en materia de industria de defensa, el Gobierno argentino reiteró ayer la intención de comprar seis aviones de transporte KC-390, desarrollo brasileño del que participó la estatal FAdeA que produjo el portón de carga y otros componentes del fuselaje; también forman del parte del programa Portugal y la República Checa.
El primer avión se presentó el año pasado en las instalaciones de la fabril brasileña ubicadas en Gaviao Peixoto, San Pablo.
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