Retoque

La Presidente de la Nación volvió de sus 42 días de licencia con ánimo de renovación y con pautas de constatación de que leyó el resultado de las elecciones.
Primero, ensayó un mensaje algo exageradamente desestructurado y pacifista, pero sin modificar en nada sus lineamientos políticos. Al estilo del apaga Francisco. Evidentemente, comprendió que la gente no quiere más peleas. Y que la economía pasó la factura. Porque -ya no ella, si no su vocero- anunció un nuevo equipo económico, que viene a ser un enroque del anterior. Aunque marca una diferencia, porque viene a profundizar el rumbo del tenue giro al pragmatismo de las últimas semanas.
Nombró a un jefe de gabinete como para delegar funciones políticas y económicas, el gobernador chaqueño Jorge Capitanich. Su sólo nombramiento marca una línea en ambos sentidos, moderada y peronista.
Ascendió a un marxista heterodoxo y poco Market friendly en Economía, el joven Axel Kiciloff. Pero con capacidad de decisión y criterio propio.
Al único desplazado que salvó fue al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, a quién lo mantuvo en la negociación de la deuda externa y embajador ante la Unión Europea. Un premio. 
Nombró a un técnico respetado en economías regionales en Agricultura, el presidente del INTA Carlos Casamiquela, que reemplazó al derrotado candidato a diputado por Chubut Norberto Yahuar.
Y le puso a los banqueros a un embajador personal muy cercano y querido por ellos, Juan carlos Fábregas. Sospecha por dónde pueden venir los tiros.
Pero no nombró a sus subalternos. ¿Quedarán a cargo de los nombrados? ¿Qué será de la suerte de Guillermo Moreno? ¿Quedara en manos de Kiciloff? Toda una novedad.
¿Qué será de la suerte de Juan Manuel Abal Medina (hijo) o de Mercedes Marco del Pont. ¿Quién sabe? ¿Qué pasará en Salud cuando asuma como diputado el ministro Juan Manzur?
Hay dos señales en estas medidas: 1) un ajuste del motor para llegar al final del mandato y 2) por primera vez, una aparente delegación de funciones.+)

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