Historias que no se deben repetir

Al final parece que el gobierno tenía razón: algo de golpismo había en esa marcha: 1. De no ser así no habría una nueva convocatoria. 2. De hecho, los días posteriores a la marcha hubo más reivindicaciones a "la lucha" que condenas a la violencia. 3. Pero lo más destacado fue la aparición de Sergio Massa convocando a la unidad del campo popular y pidiendo poner límite al gobierno son el elemento más destacado. Poreque recuerdan al 2001, no sólo por la violencia sino porque Massa -como entonces Eduardo Duhalde- fue el último candidato presidencial. Pero la gran diferencia fue que aquella vez Duhalde había ganado las elecciones intermedias y que luego se haría cargo del ajuste; mientras que esta elección aún no tuvo lugar, pero el ajuste ya está realizado.

Tensiones y distensiones

Los analistas se desvelan por entender qué fue lo que hizo retroceder a la Presidenta al conceder asistencia financiera a la provincia de Buenos Aires, cuando lo único que había estado haciendo era castigar a Daniel Scioli en público y en privado.
Uno puede suponer que:
a) Más probablemente, haya percibido que este enfrentamiento -en plena situación de enfriamiento económico- le estaba dejando un pésimo rédito político y público;
b) Menos probablemente, que se haya percatado de que la crisis social, como consecuencia de la falta de fondos, avance desde el Conurbano a la Plaza de Mayo.
También uno podría pensar que la solidaridad expresada por el gobernador mediterráneo José Manuel de la Sota haya encendido una señal de alarma en la Rosada. Nadie habla de recrear una Liga de Gobernadores, como en tiempos de las presidencias de Carlos Menem y Eduardo Duhalde, pero sí se empieza a especular respecto de reuniones y concilios entre estos caudillejos que día tras día temen ser el próximo en la lista negra.
No parece ser ésta la razón, ya que su construcción política se ha verticalizado al punto del desequilibrio y el proceso de toma de decisiones está cada vez más cerrado.
Mientras tanto, en el equipo económico recalientan cerebros tratando de pensar en cómo contener las variables sin apagar el ritmo económico. Las culpas de la actual situación se emiten al portador.+

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