Los últimos días se empezaron a escuchar reiteradas manifestaciones de preocupación sobre el rumbo de la economía argentina e internacional.
Tal vez la más interesante la leí el 24 de febrero último en el blog de
Alejandro Colle, que está consignado en la sección Bloguerío de este sitio. Otro que también escribió sobre la muerte del modelo K en La Nación fue Carlos Pagni, replicando algunas de estas cuestiones.
Es evidente que la puja distributiva y la alta inflación son malos condimentos para el oficialismo, que debe enfrentar un disputado escenario electoral. La negativa del Club de Paris a la propuesta argentina, tal vez derivada del enquistamiento de los Estados Unidos con el kirchnerismo como consecuencia del episodio del avión, y el llamado efecto Cisne Negro, que se asoma sobre la economía mundial desde el balcón magrebí, son ingredientes venenosos para cualquier menú de paz social.
Habrá que empezar a seguir esta variable, así como el comportamiento del dólar en el mercado porteño, para ir adivinando la suerte que pueda tener la candidatura de Cristina Fernández.+)
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