Las WikiLeaks salvaaron al Gobierno del doble lijamiento que venía sufriendo:
a) por la cuestión Moyano, centrado en los ejes de las tensiones por la adecuación entre precios y salarios, las denuncias por corrupción a gente que es muy allegada al oficialismo y las disputas eventaules por el control de la calle), y
b) por las filtraciones provenientes de los mails de las computadoras de la Secretaría de Transporte y que dejaran entrever una ampliación del circulo afectado por la corrupción y su evidencia en hechos concretos.
Las WikiLeaks le permitieron a la Presidente:
+ Jugar una carta con los Estados Unidos. Cristina guardó un prudentísimo silencio. Sólo se destacó la voz de Aníbal Fernandez minimizando el episodio.
+ Mostrar al establishment que lo que sí dijeron los cables fue para destacar los esfuerzos de la Argentina por ubicarse en la órbita norteaermicana y mantenerse distante de la bolivariana. Para mayor ilustración, sugerimos la lectura de una nota sin firma publicada en la mismísima Página 12: "
Una socia más estable y accesible". Si nos guiamos por la edición de este matutino oficialista, también le interesó destacar la preocupación de los Estados Unidos por la relación argentino británica por las exploraciones de petróleo en Malvinas y que la afectación por las filtraciones también afectaron al propio Mauricio Macri.
Es interesante ver cómo se acomoda Cristina en su sillón. Con un salto en las cifras de imagen e intención de voto (57% de imagen positiva y gana en todos los escenarios, según Poliarquía), la Presidente parecería demostrar que la falta del Consorte Presidencial favorecería y no perjudicaría a la Primer Mandataria.
Antes de anunciar su probable reelección, habrá que ver si estas cifras durarían hasta marzo del año próximo y si ella efectivamente quiere afrontar un segundo período, o si cede a las presuntas demandas familiares de abandonar el barco y prefiere retirarse honorablemente como lo hicieron Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, en Chile.
Si uno ve a Daniel Scioli recorriendo Tierra Santa con actitud presidencialistas, puede dudar de lo que se cree en el peronismo respecto de su proyección futura.+)
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