Amague

Hay mil hipótesis acerca de lo que ocurrió el martes. Pero, de acuerdo con la mezcla de información, análisis y expectativas existentes hasta ese momento, uno podría decir que lo que sucedió fue un cambio de paso. Pareciera que hubo un cambio de estrategia sobre el final.
Se hizo trizas la relación del Gobierno con los empresarios, de Sergio Datilo, y Previsible: siguen en picada los bonos argentinos, de Luis Beldi, son las notas del Ambito de ayer que reflejaron, en un diario relativamente neutral esta vez en el tira y afloja por Papel Prensa, los indicadores que deben haber alarmado a los habitantes de la Residencia de Olivos. Para colmo, en la pulseada con Perfil por la presencia empresarial, que se produjo al mismo tiempo, ganaron los Premios Fortuna.
Podríamos estimar sin temor que el martes quedó marcado un límite. El portavoz del Departamento de Estado advirtiendo la preocupación de los Estados Unidos por la cuestión de la libertad de prensa, no fue poca cosa. Para muchos empresarios, venía a sumarse al cierre de operaciones de Fibertel, al nuevo ataque de Guillermo Moreno sobre Shell por el aumento de precios de la nafta y al uso de la Justicia con fines políticos, como sucede presuntamente con Mauricio Macri.
Papel Prensa hubiese sido un paso adelante, en una dirección sin retorno.+)

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