La espuma del Bicentenario mareó a más de uno.
Tal vez lo más interesante fue descubrir el sentimiento patrio entre los nuestros. No hacía mucho que los argentinos veían en Ezeiza la única salida para este país.
Pero los argentinos acudieron masivamente a festejar el cumpleaños de la Patria.
Coincidió con una mejora de la economía, de un mejoramiento de la imagen presidencial y de una propuesta opositora que se desdibujaba, con uno de sus líderes procesados por la Justicia.
El Gobierno puso toda la carne en el asador para facturar el Mundial. "Si ganamos...", se ilusionan. Es cierto que una copa de esas puede legrarle la vida a la gente. Pero no hace milagros. Los índices siguen cercanos al 25 por ciento y, con esto, no se llega quizás ni siquiera al ballotage.
El triunfo de Ricardo Alfonsín en la interna radical bonaerense le dio aire a la oposición progresista y liberal. Tanto que Pino Solanas quedó en una situación muy incómoda. La UCR y el Socialismo, más el GEN y la Coalición Cívica, podrían ganar en primera rueda.
El peronismo disidente tendrá que ordenarse para pelear por el segundo lugar con el kirchnerismo.
Pero no vale la pena anticiparse tanto: falta más de un año. Tiempo suficiente como para que aparezca un remezón que licúe el poder gubernamental y, consecuentemente, acelerar los acontecimientos.+
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