En San Isidro, ni Posse ni Lanús

Todavía hay mucha gente que no sabe que hay que votar dos veces en la provincia de Buenos Aires. La primera, el próximo 7 de septiembre, se votan candidatos provinciales y municipales y en la segunda, el 26 de octubre, los nacionales.  Esta división perjudica a aquellos que colgaban todas sus votaciones de una sola boleta, pero favorece a aquellos que piensan y analizan cada voto, segmento por segmento. Lo mismo pasa a nivel nacional, en donde las dos fuerzas mayoritarias buscan polarizar la elección y plantearla en términos presidenciales. Pero lo cierto es que la elección es parlamentaria y lo único que se eligen son aquellos que hacen leyes y controlan al Poder Ejecutivo y la Justicia. Por lo tanto, muy lejos de convenir votar a el simplista buenos contra malos, lo mejor es votar aquellos que no tienen compromiso con nadie. Nuestra sugerencia es votar el 7 de septiembre las listas de Potencia que son republicanas y van a apoyar al gobierno nacional en las cosas positivas, pero v...

Proceso en suspensión

 

El fallo de la Corte Suprema que condenó a Cristina Fernández de Kirchner tuvo un efecto suspensivo en el proceso electoral. Porque, si bien llegó muy avanzado el año, aún no asoman candidatos ciertos en la provincia de Buenos Aires. Por eso, la inhabilitación de la ex Presidente para presentarse a cargos electivos produjo un terremoto electoral.

Los dos principales contendientes quedaron paralizados. Los Libertarios porque se jugaban a vencer al kirchnerismo en Buenos Aires y, de esa manera, destronar a la vez a Mauricio Macri y a Cristina de la política argentina; y el peronismo, porque confiaba en la viuda de Néstor Kirchner como la única que podía enfrentar dignamente al huracán violeta.

Con las pocas elecciones que hubo hasta ahora ya podríamos decir que la baja participación electoral es generalizada pero que implica un voto implícito al oficialismo, que la gente quiere que se mantenga el status quo -llámese, triunfo de los gobiernos locales con excepción de CABA-, que La Libertad Avanza gana o se acomoda como contrincante en todos los distritos, que el peronismo kirchnerismo perdió gravitación a nivel nacional y que el Pro virtualmente ha desaparecido como actor electoral relevante.

Con este escenario es más fácil saber cómo se bosquejará el 2027 que adivinar cómo se resolverá la elección bonaerense en 2025. Porque parece lógico pensar que en las elecciones de 2025 se empezarán a insinuar candidaturas nacionales para 2027. Habrá quienes quieran ser parte o herederos de este Gobierno, el peronismo kirchnerista intentará un candidato propio que pueda tensar con los libertarios y sería lógico pensar que aparezca un candidato moderado en el interior; alguien que represente a la región centro o al peronismo federal, o inicialmente ambas cosas.

Pero es difícil visualizar lo que está por suceder en septiembre y en octubre; porque parece que es difícil que se retraiga la decisión de desdoblar. En principio, podemos decir que el Kiciloffismo quedó desplazado de la escena. Hay quienes creen que Máximo Kirchner o Verónica Magario puedan ocupar el lugar que deja vacante Cristina. ¿Qué hará Sergio Massa? Es la figura de la unidad en el corto plazo y puede pretender proyectarse a 2027, pero no parece que pueda salir bien parado de esta elección, si juega, o proyectarse a la siguiente si no juega en ésta.

Hasta los sindicatos queradon en falsa escuadra. No saben qué hacer. Nadie sabe qué hacer. Por lo tanto, será una elección para el kirchnerismo, que perderá contra el oficialismo nacional. Excepto que jueguen a la abstención electoral, que puede ser un peligrosísimo vaciamiento de legitimidad del sistema republicano, ya bastante debilitado.

El proceso quedó como suspendido en el aire y falta solamente un mes para la presentación de candidaturas.+)

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